

Contenido muy útil para la formación personal y en grupo, favorece la reflexión sobre la vocación cristiana fundamental y facilita la revisión del testimonio y de la acción misionera.
¿Es creyente quien esconde su fe o se avergüenza de ella como si fuera una debilidad que hay que ocultar? Llevamos tiempo constatando que falta evangelización en las comunidades cristianas y, consecuentemente, faltan evangelizadores.
La fe es un don y una riqueza extraordinaria que embellece y potencia la vida. Por esta razón se ha de proponer como un valor y se ha de anunciar el evangelio con urgencia. Esta es una preocupación que se reitera en la pastoral de la Iglesia exhortando a recuperar el impulso apostólico de los orígenes.
El autor hace hincapié en la necesidad de despertar la conciencia misionera en todos los miembros del pueblo de Dios, porque se observa que en muchos cristianos practicantes no es una evidencia visible. Con tal intención ofrece este libro queriendo ser eco del pensamiento y la espiritualidad de Jesús, y actuando como altavoz de los grandes documentos eclesiales contemporáneos.
Contenido muy útil para la formación personal y en grupo, favorece la reflexión sobre la vocación cristiana fundamental y facilita la revisión del testimonio y de la acción misionera.