

Con esta publicación, la Editorial El Perpetuo Socorro quiere mostrar la capacidad de cada forma de vida cristiana para recrear la misericordia que proviene de Dios
Donde quiera que haya cristianos −religiosos o casados, sacerdotes o laicos, obispos o monjes…− tiene que haber misericordia. Por eso, hemos querido acercarnos a este jubileo entendiendo que el rostro de Dios-misericordia tiene muchas expresiones, tantas como formas de seguimiento y que ninguna de ellas puede quedar liberada de este compromiso y estilo de vida. El pueblo de Dios, que somos todos, es el resultado de esa múltiple relación, en la que cada uno es reconocido en su propia identidad dinámica, viva y relacional. No podemos prescindir de la riqueza que cada uno es para los demás, desde su peculiar seguimiento de Jesús. Tampoco podemos establecer grados dentro de ellas, todas han de estar presididas por el principio de comunión y misión. “La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (MV 10), esa viga necesita la expresión, particularidad y originalidad de cada uno: laicos, religiosos, presbíteros, obispos…
Ese rostro plural de la misericordia lo encontramos en la variedad de autores y autoras que han tejido esta obra:
Mons. Raúl Cecilio Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo.
Dolores Aleixandre, religiosa del Sagrado Corazón, teóloga biblista.
Luis Alberto Gonzalo Díez, misionero claretiano y director de la revista “Vida Religiosa”.
Antonio García Rubio, sacerdote, párroco de Ntra. Sra. del Pilar, Madrid.
Pilar de Avellaneda, benedictina del monasterio de las Huelgas, Burgos.
Carlos Gutiérrez Cuartango, cisterciense del monasterio de Sobrado de los Monjes, La Coruña.
Rosario Paniagua, laica, trabajadora social.
Enrique Lluch, padre de familia y profesor de Economía.
Con esta publicación, la Editorial El Perpetuo Socorro quiere mostrar la capacidad de cada forma de vida cristiana para recrear la misericordia que proviene de Dios